Siempre he realizado una crítica feroz al concepto «salubrista» de la Salud Pública, por pensar que, en nuestros días, se necesita una reorientación de la perspectiva en Salud Pública, en prevención, promoción y educación para la salud. Es evidente que asistimos a un cambio de paradigmas sociales y que por ello la salud no puede quedar al margen. En un mundo globalizado, donde el meta mundo tecnológico invade nuestras vidas y estamos instalados en la cultura hedonista , debemos replantearnos cómo enseñamos y educamos en valores de salud. Esta inquietud fue la que me llevo a la publicación hace un par de años de mi libro: «Ser y Estar sano, hacia una cultura de la salud».
Estos días, tras inscribirme en una red de Blogs Sanitarios, he tenido acceso a un ameno artículo de Mariano Hernán, que trabaja en la Escuela de Salud Pública de Andalucía, que plantea esto mismo desde la perspectiva del concepto que en los años 90 acuñó Antonovsky sobre «salutogenesis» y la salud positiva de Scales, que vienen a poner el énfasis en la salud, desterrando el concepto enfermedad.
Con estos pilares, en el año 2010, los preventivistas Morgan, Davis y Siglo definen los factores y recursos que potencian la capacidad de los individuos, las comunidades y las poblaciones para mantener la salud y el bienestar y los denominan ACTIVOS PARA LA SALUD. Hace unas semanas y como comente en este espacio asistí a un Congreso Nacional de Crónicos en Barcelona, y pese a que su contenido fue meramente teórico, los visitantes expertos extranjeros, nos aportaron visiones desde los “activos de salud”.
En estos momentos de cambio y nuevas perspectivas hay que hacer pedagogía, pedagogía y más pedagogía, apoyándose en la psicología positiva. Para ello, la participación de psicólogos, sociólogos y la enfermería, como hilo conductor, cada vez se hace más necesaria.
Activos para la Salud y Salutogénesis; emergentes en Salud Pública
Mariano Hernán García. Profesor. Escuela Andaluza de Salud Pública