El #ébola y #Excalibur…: “matemos al mensajero”, #SalvemoslaSalud2.0

Hace tres años, siguiendo el consejo de algunos amigos, me decidí a realizar una incursión en las redes sociales, con el objetivo de utilizarlas como caja de resonancia para una de mis pasiones, que es la comunicación y la cultura de la salud. Mi objetivo, como médico y comunicador siempre ha sido ayudar a la vertebración de la sociedad civil, para tener ciudadadanos bien informados y formados, es decir, lo que los especialistas denominan “empoderamiento de los pacientes”.

ebola y comunicaciónLlevo 25 años ejerciendo la medicina y enseñándola en sus aulas y este espíritu ha animado todas mis acciones. Producto de esta reflexión edité este  blog y abrí mis cuentas y perfiles en tuiter, para tratar de llegar con mensajes positivos y claros a los ciudadadanos: la responsabilidad de la salud es algo que nos pertenece a cada uno de nosotros de forma individual y colectiva; nosotros, los sanitarios, tenemos la obligación de apoyar, formar, informar , cuidar, ayudar… y siempre estar al lado del paciente.

En enero de este año acepté un puesto directivo en la Administración Sanitaria, vinculado a la Atención al Paciente, en la que previamente llevaba otro trabajando como técnico sanitario. En esta nueva función profesional  he tratado de aprovechar las redes sociales a título personal, nunca institucional, como un altavoz, si cabe, aun más grande y resonante para llegar a la población. En estos momentos, como si de un boomerang se tratara, estas mismas redes y de forma totalmente incomprensible, se han vuelto contra mí  y los míos y me gustaría realizar una reflexión sobre ello, desde la humildad, templanza estoica y la prudencia que,  como profesional debe dirigir mis pasos.

Y aquí os la dejo, solo para aquellos interesados en conocer mi verdad. Sirva esta pequeña reflexión para resaltar la importancia de las redes sociales, la tan conocida #salud2.0, lo bueno y lo menos bueno de ellas, la sabia y constructiva utilización de éstas o, por el contrario, las posibles consecuencias de  un manejo despreciable  y destructivo de las mismas.

 

Enlace a un escrito: A quien interese….¡con todos mis respetos…!