Siempre me han gustado la comunicación, la docencia y las artes retóricas. Cuando era un chavalín, estudiante de EGB, disfrutaba dando clases a mis compañeros y hablando sobre lo divino y lo humano con otros. Sin lugar a dudas consideraba estar hecho para comunicar y enseñar y esas pasiones han perseguido y persiguen mi vida con insistencia.
Son muchos los lugares donde he impartido docencia, en universidades españolas y en extranjeras, en instituciones sanitarias, y otros tantos donde he intentado comunicar mi visión de las cosas, incluso en el Parlamento y el Senado español, pero también en parroquias, colegios y asociaciones de pacientes. La pasión siempre ha sido la misma, la de “transmitir”, mis experiencias, mi visión y mi misión en esta vida.
Es curioso cómo la vida te va abriendo caminos por lugares ignotos donde nunca hubieras pensado que había posible paso. Si creo al maestro Sócrates, tendría que pensar que mi juguetón y diabólico Daimon personal juega conmigo, como si fuera un niño caprichoso.
Hace escasas semanas me han ofrecido la posibilidad de poder conjugar comunicación, retórica y pedagogía, para presentar el programa de RTVE “Las mañanas de la 1” y más concretamente la sección de “Saber Vivir”, que es un espacio de prevención, promoción y educación para la salud dirigido a todos los ciudadanos. Me siento feliz por ello, aunque con una gran dosis de responsabilidad. Los viejos miedos a la crítica destructiva, sin duda con gran carga de envidia malsana han vuelto a la carga, insinuándose entre vapores melifluos de azufre. Esa parte de mí, insegura, la del pequeño “Julito travieso y juguetón”, que busca la seguridad de su padre, me dice que acabo de dar un paso peligroso, un paso nuevamente a lo desconocido.
Sin duda son muchos más los que te manifiestan de forma directa y clara sus mejores deseos, incluso la crítica constructiva, que siempre agradezco y a la que aliento a todos. Y todo ello contribuye a que se reafirme mi Daimon, seguro, provocador, determinante, que indica:
- “Ánimo, no dudes, ese es tu camino y lleva 50 años esperando para ti”.
Quizá no lo sea, pero si no lo emprendo, nunca lo sabré.
Gracias a todos por vuestra confianza y ánimo, sobre todo a los nuevos compañeros televisivos que han apostado por mí y día tras día me enseñan con su experiencia. Espero no defraudar y confió plenamente que así será, pues cuando una persona escucha su voz interna, y sus actos son coherentes con ella, “ya pueden caer las murallas de Jericó”.
Os dejo,… que empezamos en algo más de una hora!!!!