Dediquemos tiempo a la adherencia terapéutica

Hace unas semanas participé en una mesa redonda en Contenidos de Salud, sobre  la problemática de la adherencia terapéutica (ADT). En esta tertulia y desde una visión multidisciplinar, médicos de Atención Primaria, especialistas hospitalarios, enfermeros, farmacéuticos y la Administración Sanitaria, debatimos de una manera distendida y en profundidad sobre la importancia de la ADT en el proceso asistencial y sus implicaciones en la salud del paciente, en los costes socio-sanitarios y  en la seguridad.

Pese a ser profesionales de distinta formación y disciplina, la unanimidad fue la tónica general. Interesantes fueron algunos apuntes que me gustaría destacar. Pese a que la mayoría estaba de acuerdo en la enorme importancia de que el marco organizativo asistencial facilitara los procesos de adherencia, el peso fundamental recaía en el profesional y muy especialmente en la enfermería y la oficina de farmacia. El protagonismo que cobra la enfermera en la gestión de los casos y en el control de la adherencia es crucial.

Por otro lado se reivindicó una mayor generalización de la atención farmacéutica, para garantizar lo que es fundamental, una coordinación de todos los dispositivos sanitarios; y en este sentido la farmacia no deja de ser una dependencia sanitaria más, exactamente igual que el centro de salud o el hospital. Todos los asistentes, insistimos en la gran importancia de la coordinación para garantizar la continuidad de cuidados, y eso exige por parte de la Administración Sanitaria un esfuerzo como facilitador en la integración e imbricación de los ámbitos asistenciales. Ejemplos, como que exista una historia clínica unificada entre Atención Primaria y Hospital, es fundamental.

Un tema que suscitó mucho interés, es el hecho de que el paciente debe de responsabilizarse de su propia enfermedad y, en definitiva de su salud y su vida. La visión paternalista de la asistencia sanitaria ya ha pasado a la historia, y debemos reivindicar una mayor potenciación de la cultura de la salud, con políticas decididas de prevención, promoción y educación para la salud. Las asociaciones de pacientes tienen aquí un protagonismo preponderante y no digamos en el autocuidado y programas como «el paciente experto».

Los datos que baraja la Administración Sanitaria cuantifican que al menos  entre un 40-50% de los pacientes no siguen las indicaciones de sus profesionales de la salud; es decir, no toman bien sus medicaciones, no siguen los consejos higiénico-dietéticos, etc. Esta cifra es preocupante, pues impacta directamente en la salud de los ciudadanos.

Con respecto a la aplicación de las nuevas tecnologías en la garantización de la ADT, las opiniones fueron más diversas. La mayoría indicó que los grandes avances tecnológicos en la comunicación no son aplicables hoy en día a los pacientes crónicos, pues en su mayoría éstos tiene una edad que dificulta el acceso al manejo de las nuevas tecnologías, no obstante, aplicaciones prácticas desde el teléfono móvil, pueden apoyar la labor de los profesionales. Aquí la figura del cuidador es fundamental, pues en muchas ocasiones es el nexo de unión entre paciente-profesional. Sin embargo esta figura no esta demasiado cuidada, sobretodo en cuanto información y formación.

En los tiempos que corren de crisis económica la colaboración de las empresas privadas, junto a las Administraciones es fundamental en el desarrollo de programas de ADT, soporte terapéutico y socio-sanitario. Por todo ello, observatorios profesionales que  generen estudios con evidencia científica de los procesos de ADT (como el que os presenta el vídeo a continuación), se hacen imprescindibles. ¿Seremos capaces en nuestro país de aunar esfuerzos en un tema tan importante y generar conocimiento en un aspecto de tanta trascendencia?. Estoy convencido de que la generosidad y el buen hacer profesional se antepondrá a las dificultades para ello.