El corazón de una flor y el juego de un gorrión
Han pasado ya cinco largos e intensos años en los que me sentía sumido en las espesuras de una profunda depresión. Mi mundo carecía de sentido y la existencia me había puesto patas arriba el orden establecido de mi vida haciéndome vagar a la deriva como una madera en el embravecido mar. Mis intereses habían …