Frithjof Schuon, místico, poeta y tradicionalista

He hecho la prueba de preguntar a algunos amigos filósofos por el filósofo Schuon y apenas nadie le conoce. Por un lado, me apena que una figura de una dimensión tan extraordinaria, sea una autentica desconocida para la inmensa mayoría de intelectuales. Por otro lado, me reconforta, pensar que los grandes maestros, solo son de unos pocos elegidos y que su ocultamiento y misterio a los ojos cotidianos, les preserva a ellos y a su enseñanza de los ataques ingratos de la modernidad. Este es el caso del filósofo, místico, poeta y pintor Frithjof Shuon nacido en Suiza en 1907 y fallecido en 1998 en Estados Unidos.

Si difícil es describir la semblanza de cualquier persona, mucho más lo es, el describir a una persona de la dimensión humana de nuestro protagonista. En el terreno de la filosofía debemos encuadrarle en ser uno de los grandes metafísicos del siglo XX. En el campo de la espiritualidad, para el inseparable del terreno filosófico, fue un gran maestro sufí. El siempre reivindicaba ser conocido por sus libros y por la materialización de sus ideas en los múltiples grupos espirituales que crecieron a su alrededor.

Schuon fue un “TRADICIONALISTA” o “PERENNIALISTA” de nuestro tiempo, unos términos nada conocidos en la actualidad. Esta corriente de pensamiento que se entronca en los orígenes de la humanidad, nos conectan con la sabiduría primordial de épocas arcaicas y que siempre ha estado presente, la llamada “PHILOSOFIA PERENNIS” o “SOPHIA PERENNIS”. Esta corriente cultural, espiritual y filosofía establece que la humanidad posee un conocimiento aquilatado desde épocas inmemoriales que ha ido transitando desde épocas y maestros hasta nuestra actualidad. Este conocimiento del ser humano, del cosmos, del espíritu y de la vida anclada en los mitos y la civilización egipcia, los Vedas hindúes traspasa el mundo helénico a través del Hermetismo, los movimientos gnósticos y de aquí penetra a las grandes religiones monoteístas: judaísmo, islamismo y cristianismo. Estas religiones dentro de su corazón esotérico, encierran grandes conocimientos cosmogónicos, psicoespirituales y trascendentales.

El empeño de Shuon fue buscar y encontrar la esencia común a las grandes tradiciones espirituales de la humanidad, buscar el conocimiento esencial, destilarlo y reactualizarlo, sin perder la esencia de la Tradición. Shuon es un gran filósofo tradicionalista seguido de cerca por el Francés Rene Guenon y Henry Corbin. Precisamente la búsqueda del corazón “ESOTERICO” de la religión, es lo que lleva a Shuon a buscar el mundo esotérico del Islán (como también lo hizo Guenon y Corbin) e iniciarse con uno de los grandes maestros sufís de todos los tiempos y sin lugar a dudas en la actualidad, el más grande maestro, el argelino Al-Alawy.

Shuon profundiza su espiritualidad sufí, sin abandonar las otras tradiciones y, muy al contrario, encontrando los elementos comunes de todas ellas, pues todas las tradiciones son caminos diversos que llevan a Dios. Dios es uno y toda la diversidad del mundo, solo son reflejos de lo único que existe, Dios. Los caminos por donde cada persona llegue a Dios, es indistinto, no hay una religión verdadera, la TRADICION es solo una. Shuon estableció su marco de desarrollo en la Verdad, la Oración, la Virtud y la Belleza. Shuon fue de los primeros occidentales que trajo el sufismo al mundo occidental, sin contaminar, sin añadidos y representando la Tradición autentica. Su interés por la espiritualidad fue tan fuerte a lo largo de toda su vida, que ya con 11 años había leído los textos védicos, a Platón y la Biblia. En las dos últimas décadas de su vida dedico gran esfuerzo por comprender y practicar  los ritos y tradiciones de los indios de las praderas americanas, especialmente de los Siux. Para Shuon la espiritualidad indígena americana representaba en estado puro, otra cara de la Sophia perennis.

Shuon condensa su sabiduría espiritual en practicar el rito de una religión guiado por la oración como guía de vida. Es aquí donde la oración de la invocación, ya sea en el sufismo a través del Dhikr, el mantra en el hinduismo o la oración del corazón del cristiano, se convierten en la práctica esencial de la vida espiritual, todo ello enmarcado en una ética de la virtud y el conocimiento. Los ideales de la virtud estoica: Conocimiento, Justicia, Templanza y Valentía, se hacen vivos en Shuon.

La gran espiritualidad de Shuon traspasa sus libros y terminan expresándose a través de sus miles de poesías y pinturas, donde demuestra una gran sensibilidad. Las pinturas de sus vírgenes son enternecedoras. Para Shuon la Virgen, Maria, es un personaje central en su espiritualidad, pues a través de ella se conectan las tres religiones monoteístas.

El Shaykl Isa, como se le conoce en el mundo musulmán fue un prolífico escritor de obras que son referentes de pensamiento y espiritualidad y que, con bastante probabilidad, serán fruto del análisis de las próximas décadas, algunas de ellas, son “De la unidad trascendente de las religiones”, “El ojo del corazón”, “La trasfiguración del hombre” y tantas otras que nunca dejan indiferentes, por su gran sabiduría y sobretodo autenticidad.

Shuon es un ejemplo para todos los que somos buscadores de la verdad, sigue iluminando nuestro camino y nos acompaña con su “Baraka “.