¿Qué está pasando con las vacunas?: El regreso del sarampión

Tenemos en nuestras manos un interesante trabajo publicado en la Revista Anales de Pediatría, del que hacía referencia hace unos días en un medio especializado del sector, titulado » Brote de 22 casos de sarampión autóctono en la zona norte de Madrid», en el que refieren, no solo este brote aparecido entre los meses de enero y junio del año 2011, sino que los contextualiza con otros igualmente acontecidos en otros lugares de nuestro país y lo hace extensivo a toda Europa, donde se esta asistiendo a un efecto multiplicador de esta enfermedad exantemática infantil, prácticamente erradicada por las políticas preventivas de la vacunación triple vírica.

 Este fenómeno de re-brote del sarampión, está tan perfectamente identificado por las autoridades sanitarias, que se ha procedido a adelantar el calendario de vacunación con  la triple vírica, en Madrid con una dosis a los 12 meses de edad y en Cataluña a los 9 meses. Por otro lado, las políticas europeas, están haciendo especial énfasis en la labor de información a los pediatras y a la Administración de los países de la Unión. Debemos comentar que, de los brotes detectados en nuestro país, casi la mitad  tienen complicaciones, sobre todo del tipo de hipoxemia, y casi la mitad de ellos ingresan en el hospital, lo cual no sólo aumenta los costes socio-sanitarios, sino que facilita el contagio y propagación de la enfermedad.

A mi modo de ver, lo más grave que está aconteciendo, es que, cuando se analizan las causas por las que aparece este re-brote de sarampión, subyace el incumplimiento en el calendario vacunal. Siempre han existido dificultades para la cumplimentación del mismo, sobre todo en adultos, pero también en el infantil en determinados sectores de la población, como algunas etnias, población marginal, etc, aunque en este fenómeno está contribuyendo grandes dosis de incoherencia,  a expensas de padres que han oído hablar de los efectos nocivos de las vacunas, que se les suministra desde las redes sociales, con  la idea de que las vacunas son malas para la salud de sus hijos, pues interfiere en la inmunología natural de los mismos y con su administración contribuyen a los beneficios de las cuentas de resultados de las grandes compañías farmacéuticas. Todo un movimiento anti-vacunas, que ha surgido apoyado por profesionales sanitarios, la mayor parte de ellos médicos, de conocido nombre y mediática relevancia, que han puesto su nombre y su prestigio a favor de una causa, muy alejada de los principios hipocráticos demostrando una insensatez  más propia de movimientos demagógicos  político-sociales, que de opiniones basadas en la evidencia científica y en el rigor lógico-racional.

Estos  “mitos urbanos», con respecto a las vacunas, han acompañado su historia desde los albores y orígenes de las mismas y a su vez, es bastante frecuente a lo largo de toda la historia de la medicina. Sin ir muy lejos en el tiempo, todos recordamos con suficiente nitidez, cómo en el origen de la eclosión de la infección del VIH, existían grandes corrientes médicas, detractoras del tratamiento con SXT y con el primer antirretrovírico comercializado, el AZT. Los argumentos eran los mismos, la inseguridad para el paciente y el enriquecimiento de la industria farmacéutica a costa de la salud de los pacientes.

Seamos serios, analicemos con rigor de científicos, los motivos y las causas, consensuemos la comunidad científica, los mensajes a la población y no alarmemos de manera injustificada, de lo contrario, lo que estamos haciendo va en contra de los mismos principios deontológicos y éticos de nuestra profesión, no vayamos a contribuir a un retroceso en este ámbito de la medicina.

 

Accede al artículo completo: Referencia del artículo: Tagarro García et als. Brote de 22 casos de sarampión autóctono en la zona norte de Madrid. An Pediatr (Barc). 2012;76:350-4. – vol.76 núm 06