En las dos últimas décadas, la incorporación de la prescripción de genéricos por parte de los médicos españoles y especialmente de los médicos de familia, ha sido una de las aportaciones más innovadoras para el desarrollo del sistema Nacional de Salud español.
Este hecho, como se ha demostrado en otros países del entorno europeo y en Canadá, ha supuesto un cambio de cultura y paradigma del ejercicio profesional médico. En el caso concreto de nuestro país, el esfuerzo realizado en políticas de medicamento genérico no se ha acompañado de la adecuada información y formación a los profesionales de la salud acerca de las ventajas, características e idiosincrasia de este tipo de fármacos.
Entre las posibles justificaciones, podemos argumentar que la mayoría de la información recibida por el médico ha sido la realizada desde los centros gerenciales y con una visión excesivamente centrada en el ahorro de costes e incentivos, y mucho menos en la evidencia científica y aspectos farmacológicos. Tal es así que en un reciente estudio Delphy (2011) para determinar las variables que influyen en la prescripción y consumo de EFG por parte de médicos de Atención Primaria, casi un 60% de éstos confiesan tener dudas en conceptos ampliamente manejados en la prescripción con genéricos, tales como bioequivalencia y biodisponibilidad, estudios de coste/efectividad, diferencias en cuanto a los excipientes, y en concreto, los médicos de familia no definen con exactitud un perfil de paciente para la prescripción del EFG.
Espero que la presentación que aquí os adjunto, nos ayude a disipar algunas de estas dudas e incertidumbres acerca del uso de genéricos.