Es una reflexión bastante constante en los últimos tiempos, afirmar sin empacho, que la técnica avanza a grandes zancadas, mientras que el desarrollo de la conciencia humana, avanza a paso de hormiga y lentamente.
Se nos pone en evidencia en los múltiples motivos que nos da la vida para observar cómo Internet, la telefonía móvil y la inteligencia artificial, están haciendo furor en el mundo científico. Pero por el contrario, seguimos contemplando con estupor, cómo las guerras arrasan el planeta y la pobreza, la miseria y la exclusión social, no solo están en el tercer mundo, sino a las puertas de nuestras ciudades, y la violencia, la intolerancia y el fanatismo apagan la conciencia de miles de seres humanos.
Hace unos días observé cómo un sobrino mío de tan solo un año y medio, era capaz de meterse en el móvil de su madre y buscando de manera premeditada (cosa que comprobé cuando le observé, cómo de manera repetida, era capaz de meterse en aquellos juegos que yo le indicaba) era capaz de buscar, encontrar y ejecutar determinados juegos infantiles, desarrollándolos su experta mano con toda eficacia y experticia.
Momentos más tarde, este encantador mamífero que nos arranca sonrisas y un cálido cariño, nos sorprendía intentando, sin éxito, pues la técnica aún no ha llegado a su casa de esa manera, pasar los canales del televisor, pasando su dedo con energía por el plasma.
Dicen que nuestro cerebro se configura neuronalmente por el entorno. Esta afirmación y su confirmación científica fue considerada merecedora de un Premio Nóbel en los años 80, al demostrar que los gatos recién nacidos que únicamente veían rayas verticales, sólo desarrollaban aquella corteza visual que era capaz de distinguir esas rayas y formas geométricas determinadas. Era como si excluyeran las demás o no existieran para ellos. Interesante reflexión realizada por padres y psicólogos.
Nuestro cerebro y el de nuestros pequeños, está marcadamente influenciado por las nuevas tecnologías, de tal suerte que ellos de manera intuitiva y natural son capaces de elaborar complejas operaciones tecnológicas que a sus padres les cuesta horas de ensayo error. ¿Será esta re-evolución la que posibilitará la evolución de nuestras conciencias?, o ¿quizá sirva para cubrir parcelas de cariño como las que nos muestra el siguiente vídeo? Soy bastante escéptico en cuanto a los dos planteamientos.