Ya sabéis queridos amigos, que no me prodigo en escribir sobre la actualidad cinematográfica por mi continua decepción con el séptimo arte de nuestros días, por la prostitucion en torno a los efectos especiales y a la estrella mediática de turno y por la continua labor cansina de bombardeo marquetiniano, como ha sido recientemente en el caso de “Lo imposible”, con el que hemos terminado literalmente hartos de ver la misma escena en nuestros hogares, miles de veces.
Los cinéfilos clásicos, como yo, echamos de menos los films de bajo presupuesto, con pocos actores, con guiones sólidos, donde se cuentan historias y al final de la película, además de haberlo pasado bien, a uno le queda un cierto regusto y un poso que perdura en la memoria, a veces para siempre.
La industria cinematográfica que denomina a este tipo de Films “no comerciales” abandona a esta forma de entender el séptimo arte y sólo la valentía de algunos directores y actores consolidados, nos lanzan productos de interés, como son los casos de Robert Reford, George Cluni y… pocos más.
En España, la situación es idéntica, y solo algunas películas pueden ser salvadas de la quema. Entre las recientes se encuentra la dirigida por Oriol Paulo, titulada “ El cuerpo”. Este film, es una auténtica película de intriga, fundada en un sólido guión, con unos personajes bien construidos, que remeda a los films de Hitchcock o de Brian de Palma, donde nada es como, ni lo que parece que es.
Lo primero que llama la atención y quizá más por nuestra profesión es el título de la película y el ambiente en el que los trailers nos muestran que se desarrolla. Y es que el depósito de cadáveres, desde primer curso de licenciatura, siempre ha tenido un significado especial para los estudiantes de medicina, aunque por desgracia los nuevos métodos de enseñanza tienden a hacerlo desaparecer, como así lo comentábamos algunos profesores de la UCM recientemente en un artículo.
Pero he de reconocer que la película «el cuerpo» no me defraudó. El personaje de detective interpretado por José Coronado, está muy bien construido y nos permite ver, una vez mas, las dotes camaleónicas del actor. Siempre he comentado que Coronado es un actor muy físico, entendiendo por ello, que interpreta através del cuerpo, su pelo, su fisonomía y, al igual que Robert de Niro, es capaz de cambiar y metamorfosearse de una película a otra, con sus cambios de peso corporal, de su voz… Es de esa categoría de actores que llenan la pantalla.
El suspense, la intriga, ponen de manifiesto los ocultos juegos de la mente por tratar de dar sentido al mundo que nos rodea, por eso me llama tanto la atención este tipo de Films y este del que hoy os hablo estoy seguro de que no os dejará indiferentes.