Hace unos días me sumergí en el visionado de la película de Peter Jackson, “El Hobbit”, con la intención de deleitarme con el mundo mitológico de Tolklin, como así lo había hecho hace muchos años con su lectura y otros textos del autor británico.
También hace unos días mi hija Sara, me relataba el film de la saga crepúsculo, donde vampiros, licántropos y otros seres mitológicos comparten las debilidades humanas, el enamoramiento, los celos, la venganza…. Aunque no lo parezca, en realidad todo ello es bastante normal desde la época prehomérica, donde dioses y humanos comparten amor, venganza, retos, etc.
Pese a que los propios griegos y su gran aportación a la humanidad fue el pensamiento racional, “el logos”, y en la actualidad vivimos inmersos en un mundo tecnologizado donde los dioses han sido sustituidos por Internet, la biología celular y la genética, los agujeros negros y el mundo cuántico, hay algo muy eterno, muy profundo, en el ser humano, y “el mito”, sigue marcando nuestros caminos.
De ahí, que como algunos sociólogos y observadores curiosos pueden identificar claramente, siguen vigentes más que nunca las hadas, los nomos, los vampiros, la brujería y lo mágico en nuestras vidas.
Lo mágico no es propio de mentes primitivas y poco desarrolladas, lo mágico, es propio del ser humano, forma parte de nuestras más profundas raíces. El mito, como Mircea Eliade nos define, es por antonomasia “eterno”.
Los mitos beben de arquetipos tan ancestrales que son nuestro propio código genético, no biológico, sino vivencial. Y si no, querido amigo te sugiero que hagas una lectura atenta y reflexiva sobre cualquier novela que estés leyendo, sobre cualquier film, o cualquier manifestación artística. Allí te sorprenderás de que en su universo aparecen malos y buenos, la eterna lucha entre la luz y las tinieblas, el héroe y el antihéroe, el amor “Eros”, la venganza, la tragedia…; es decir, todas las pulsiones humanas eternas.
Si quieres comprender el mito desde sus propias entrañas, te invito a que realices la lectura de un clásico: Mircea Eliade, mitólogo e historiador de las religiones rumano, que fue profesor enla Sorbonaparisiense y enla Universidadde Chicago, posiblemente la persona más cualificada que ha existido como estudioso del fenómeno de la religión y la mitología.
Cualquier texto suyo es una maravilla y prodigio de erudición y sabiduría, pero este que traemos aquí: “Aspectos del mito”,es un texto sencillo, de fácil lectura, que nos impulsará a conocer más de la obra de este sabio sencillo.
Toda su larga existencia la dedicó a este estudio y sirvió como conferenciante activo en el “Circulo Eranos” que Jung fundó, sirviendo muchas de sus teorías como soporte teórico al pensamiento jungiano y posjungiano.
Os puedo asegurar que cuando degustéis “Aspectos del mito”, los horcos y elfos ya no los veréis de la misma forma.