De cómo se empieza a construir por el tejado la «Casa de la Atención Primaria»

El reciente congreso de la SEMG celebrado en Santander ha vuelto a poner en candelero la tan traída y llevada unificación de las sociedades de AP. Esto no es nuevo, sin embargo parece que con cierta periodicidad renace y se manifiesta como si fuera la panacea para la resolución de los problemas que aquejan a la AP. Unir fuerzas, una sola voz, unidad del colectivo ante la administración etc, etc. Todo eso suena muy bien, y posiblemente regale los oídos de algunos médicos de AP (MAP), pero, en mi opinión, lo inicial y fundamental es la homologación definitiva de las condiciones en las que los médicos ejercen su actividad en este ámbito asistencial del SNS, porque si no, estaremos empezando la casa por el tejado.  Y para la homogeneización del sector de médicos de familia es necesaria mediante:

  • Homologación de titulación.
  • Homologación de valoración de esa titulación
  • Homologación de retribuciones salariales

 En cuanto a la titulación, existen diferentes vías de acceso a la obtención del título de MFyC. No debemos olvidar que anterior a este proceso en el año1995, alos Licenciados en Medicina y Cirugía que podían acreditar 5 años de ejercicio en la AP del SNS se les facilitó (previa solicitud) por el Ministerio de Sanidad y Consumo, una certificación mediante la cual se les habilitaba para las funciones de médico de Medicina General en el SNS español, y en los Sistemas Públicos de Seguridad Social de los demás Estados miembros de la UE. Este hecho facultó para ejercer, pero no homologó la titulación de médicos de medicina general con la nueva titulación existente desde 1984, que era la de Medicina Familiar y Comunitaria, al igual que se había hecho anteriormente, por ejemplo, en Inglaterra. La trascendencia de esta certificación pasó desapercibida para la mayoría de los médicos que la recibieron porque, en aquel momento de caza de brujas del médico general sin plaza en propiedad, todos estaban más preocupados de poder seguir trabajando que de reivindicar lo que esta certificación o habilitación para ejercer en España y la UE significaba en realidad.

Las vías de acceso a la titulación de especialista en MFyC son o han sido hasta el momento:

Vía no MIR; Varios han sido los procedimientos de homologación:

  • Médicos que antes del año 1989 podían acreditar 5 años de ejercicio en AP del SNS: Mediante un rotatorio de 3 meses y tras superar una prueba escrita accedieron a la titulación de MFyC.
  • Vía ECOE para los médicos que, además de acreditar 5 años de ejercicio en AP del SNS, hayan realizado 300 horas de formación acreditada en diferentes competencias del MAP. Los médicos que cumplen estos requisitos se presentan a una prueba de Evaluación de la Competencia Objetiva y Estructurada y, si la superan, obtienen el título de MFyC. Esta prueba ECOE aún continua como vía de acceso a la titulación. Se estima que aún quedan en España unos 3000 médicos que cumplen los requisitos exigidos para acceder a la prueba.

Vía MIR;

  • La vía MIR se estableció en 1979 con una duración de tres años de formación, los dos primeros en hospital y el último como rotatorio en un EAP.
  • En el año 1995 se incrementan notablemente las plazas MIR para MFyC y se abre una vía de acceso a la especialidad vía MIR, de forma diferenciada de la convocatoria MIR ordinaria para el resto de especialidades. Esto origina diferencias para acceso a la formación MIR por esta nueva vía (mucho más fácil) respecto a la ordinaria existente hasta entonces y que perduró. Estos nuevos especialistas son los llamados MIR de MFyC post 95.
  • Finalmente hace unos 6 años la formación MIR pasa de tres a cuatro años de duración, con una prolongación del tiempo de rotación en el hospital, que se incrementa de dos a tres años mientras que el tiempo de rotación en el EAP permanece en un único año. Esto sin duda supone un nuevo error porque favorece aún más la orientación hospitalo-centrista de la AP cuando debería ser al revés, mayor orientación y formación hacia el EAP.

 Es pues evidente, que las vías de acceso son muchas y heterogéneas y, están directamente relacionadas con la valoración del título de MFyC obtenido. Así la obtención del título por la vía no MIR tiene la misma valoración independiente de cual sea ésta; sin embargo la valoración para los baremos de oposición y listas de contratación varía según las CCAA con  diferencias equivalentes a uno o dos puntos para la vía no MIR frente a los 14 y 16 para la vía MIR. Con la prolongación de la formación MIR y pasar ésta de tres a cuatro años se ha generado, tal vez sin pretenderlo, un nuevo problema de valoración de la titulación, y es si va a valer lo mismo el título MIR de tres años de formación que el de cuatro. En justicia y siguiendo antecedentes históricos, si la formación MIR es claramente superior a la no MIR, y eso no lo vamos a dudar ¿o sí?, tendría que valer más el título de cuatro años de formación que el de tres, por lo que este melón queda abierto y veremos como se salda la cuestión.

 Homologar la titulación significa que solo existan MAP con una única titulación y ésta es la de MFyC, esa es la verdadera homologación académica de todos los médicos de AP, lo demás son brindis al sol, o a la luna, y ganas de mantener diferencias rancias y pasadas de moda por su antigüedad, casi me atrevería a decir, ancianidad, que lo único que han conseguido es distanciar, diferenciar  y enfrentar permanentemente a este colectivo. La titulación debe tener el mismo valor, me refiero al título en sí, las diferencias las tendrán que marcar los servicios prestados, esto es, el tiempo que cada profesional le ha dedicado al SNS en el ámbito de la AP.

Por otra parte, la homologación de las retribuciones salariales por todos los conceptos es un tema que no debiera existir ni la necesidad de plantearlo, por absurdo. ¿Cómo es posible que un MAP con los mismo años trabajados y misma situación administrativa cobre diferente en un centro de salud de una CCAA que en otra?. Esto además de ser injustificable, una incoherencia y una injusticia, es un insulto a todos los médicos, pero como siempre, las organizaciones sindicales (OOSS) mirando para otro lado, la OMC a lo suyo, y los demás, a lo de ellos, esto es, los viajes a Egipto.

 Si bien hay más temas pero que sería muy prolijo enumerar, cabe preguntarse sobre el objetivo que se persigue con la unión-fusión de las tres SSCC de AP. Creo que se plantean algunos interrogantes o, al menos, yo me los planteo:

  • ¿Esta unión-fusión es para terminar con los términos; médico general, generalista, de cabecera, de familia etc? Hay SSCC que los llevan en su denominación como sociedad, por lo que tendrían que prescindir de algo que ha constituido su esencia fundacional en algún caso.
  • ¿Quién gana y quien pierde con esta fusión-unión de las tres SSCC? Como siempre que se produce fusión entre no iguales, hay que hablar de absorción y no de fusión, la fusión se da entre instituciones o empresas igualadas en recursos y con similares potencialidades. Cuando esto no es así, sino que las instituciones a unir tienen diferente fortaleza, lo que se termina produciendo es una absorción o fagocitación de la más débil por la más fuerte, ante esto, cada cual haga su libre interpretación.
  • ¿A quien perjudica que exista más de una SSCC en AP?. En mi opinión se perjudica aquella organización con más necesidad de protagonismo, o que sus dirigentes persiguen con afán ese protagonismo, en definitiva estamos ante la lucha por el poder absoluto disfrazado bajo el manto seductor del servicio a la sociedad ¿Acaso sus dirigentes han preguntado a sus respectivas masas sociales lo que piensan sobre esta unión-fusión? Mucho me temo que la respuesta es un rotundo no.

 Hay más casos de multiplicidad entre las SSCC de otras especialidades, podemos hablar de Psiquiatría, Pediatría… y más aún, si nos adentramos en el mundo de las asociaciones médicas, y todas ellas persisten con su idiosincrasia particular o sin ella, y hasta ahora nada se ha oído sobre que deban unirse o que entre ellas estén buscando su fusión en una sola.

 El número de MAP que ejercen actualmente en el SNS supera los 28.000, a los que hay que añadir unos 7.000 MIR de MFyC. Sin duda somos con mucho, el contingente de médicos más numeroso de España y, además nuestro grado de asociación a alguna de las tres sociedades de AP es altísimo, como podemos calcular a partir de estas cifras; total de MAP 28.000+7.000 MIR, nº declarado oficialmente de socios de SEMFyC más de 20.000, nº declarado de socios de SEMERGEN más de 12.000, nº declarado de socios de SEMG más de 5.000. Esto nos conduce a que, asumiendo incluso que un porcentaje de los médicos son socios de más de una sociedad, la afiliación entre los MAP alcanza el 100%, lo que implica la sensibilidad, al menos sobre el papel, por parte de los mismos a la hora de integrarse en alguna de las SSCC para sentirse representados y defendidos ante la conculcación de sus derechos profesionales, que no laborales, pues esto último corresponde a las OOSS.

 A la vista de estos datos y, para animar un poco el patio, bien se podría plantear incluso la presencia de una cuarta sociedad en AP, tanto por el número de médicos existente en este ámbito como por el alto grado de asociacionismo imperante en el sector. De hecho, una de las actuales sociedades (la SEMG) surgió como consecuencia de la escisión que se produjo de otra ya existente (SEMERGEN), escisión producida por parte de un número de socios como consecuencia de desacuerdos surgidos en un momento dado ante ciertos planteamientos de sus dirigentes precisamente por un tema de titulaciones, así que ¡aviso a navegantes¡.

 Me pregunto por qué ese deseo irrefrenable de unir a las sociedades de AP, y no hacerlo extensivo al resto de especialidades cuando se dé la existencia de más de una sociedad por especialidad. Da la sensación de que alguien quiere unir las sociedades de AP a toda costa, pero sin la preceptiva consulta a las respectivas masas sociales. Para tener fuerza ante las Administraciones y una sola voz, no es imperativo una fusión. Lo verdaderamente importante es una unidad de acción en la que se aparten a un lado egoísmos y protagonismos y se trabaje por y para el socio en las respectivas sociedades. 

 ¿Acaso alguien ha planteado la fusión de CCOO y UGT para unir sus fuerzas y tener una sola voz? No veo porqué no, teniendo en cuenta como se suele decir, que es más lo que les une que lo que les separa (que frase tan retórica y frecuentemente vacía de contenido). Lo mismo de CESM y CSIF, de PSOE y UPD ¿Porqué fundaría Rosa Diez UPD si ella siempre ha sido y…sigue siendo socialista? Igual con PSOE e IU, que también dicen que es más lo que les une que lo que les separa, sobre todo en Andalucía ¡pues a fusionarse, sumar esfuerzos y, de paso, ahorrar gastos¡. Que yo sepa, nadie ha planteado hasta ahora estas fusiones, y eso que tenemos uno de los arcos parlamentarios más numerosos de Europa; y no se ha hecho por una sencilla razón: ¡poder, poder y poder¡. Al unirse, sus dirigentes perderían el poder, que en muchos casos constituye la única razón por la que están ahí. Los partidos políticos y las OOSS, sobre todo estas últimas, llevan a cabo unidades de acción en huelgas, negociaciones de convenios etc; esto es, aúnan fuerzas ante determinados planteamientos o situaciones, para intentar superarlas con éxito.

 Esta noticia de la unión-fusión de las tres sociedades de AP puede ser, en mi opinión, una maniobra de distracción para ganar tiempo o ¿por qué no?, para ocupar portadas de periódicos, o para que no se manifiesten otros problemas que subyacen en el seno de estas sociedades o, también porque mientras sus líderes están “acercándose” no se agreden mutuamente y así cada sociedad se puede dedicar a lo que de verdad interesa, el politiqueo con las Administraciones en algún caso, a la “ciencia y formación de los médicos” en otro y la última a actividades que las dos anteriores dejen libre. Con tanto politiqueo con las Administraciones y con tanta ciencia y formación ¡así nos va¡, tenemos a los médicos de AP más abandonados a su suerte (asistencialmente hablando) de toda la UE, pero eso sí, con un nivel científico muy elevado (o eso creen algunos) y una formación continua que, para si quisieran otros. Venga formación, más formación (siempre es necesaria), a este paso si la religión es el opio del pueblo, la formación va a ser el opio del MAP. ¡Hay que investigar en AP¡ dicen otros, bien pero ¿Cómo, cuando, donde, con qué recursos? Investigar no es contar los hipertensos o los diabéticos, eso son operaciones algebraicas, investigar es formularse hipótesis y ver si se confirman o no, y para eso hace falta dinero, ¡si¡, ese dinero que les dan a algunos por hacer operaciones algebraicas, ese es el dinero que se debiera de invertir en la formulación y confirmación o no de la hipótesis, lo demás son pajas mentales o engrosar la cuenta corriente bajo un barniz de “pseudo-investigador”.

 Por último, las sociedades son intrínsecamente apolíticas, lo mismo que, por definición, son sin ánimo de lucro, por lo que su politización viene dada por las implicaciones, intereses o afinidades políticas de sus dirigentes y no por la de sus respectivos estatutos.

 Mi pretensión con estas líneas ha sido únicamente contemplar este tema de la unión-fusión desde otro lado y, generar si cabe, un poco de reflexión sobre el porqué de ésta tan traída y llevada maniobra de despiste sobre la unión de las sociedades de AP y, solo de las de AP.